Consejos a la hora de limpiar el vehículo
|El vehículo es una de nuestras posesiones más queridas: dice mucho de nosotros el tipo, el color, el estilo… y como elemento de valor no reparamos en cuidados para él, entre ellos mantenerlo limpio e impecable, ¿cómo limpiar nuestro vehículo?, ¿Cómo aplicar el agua: a esponja, bayeta o con boquillas para lavado a presión? Os damos ciertas recomendaciones de utilidad para mantener presentable vuestro coche durante años.
El uso de túnel de lavado, manguera o de forma manual
Este tema es cuestión de discusión en todo lo que a lavado de coches se refiere, ¿es alguno de estos métodos agresivo?, ¿dañará la carrocería o la pintura? En este caso es importante que la boquilla en el caso de que usemos manguera, sea la adecuada para ejercer una presión que sirva para retirar la suciedad a fondo sin apenas esfuerzo a la par que no tenga demasiada fuerza como para dañar la pintura. El uso de boquillas regulables o cambiarlas según la zona es lo óptimo para evitar cualquier inconveniencia al respecto.
En cuanto a lavar a mano, mejor evitar las esponjas, que nos obligan a trabajar más ciertas zonas, ejercer mayor fuerza y a repetir pasadas. Mucho mejor las bayetas de microfibras, cuanto más gruesas mejor, que retiran la suciedad sin apenas ejercer presión y son respetuosas con la pintura.
Por último, los túneles de lavado son óptimos para ahorrar trabajo y tiempo, pero no llegan a todos los lugares donde debería llegar, obligando a dar ciertas pasadas posteriores. Además un abuso de éstos, que no tienen en cuenta la presión como sí deberíamos tal como hemos expresado en el uso de mangueras, puede acabar por erosionar y dañar la pintura.
Por tanto, nuestra recomendación para un lavado óptimo, sin un gasto de agua excesivo y siendo respetuoso y cuidadoso con la pintura, es una combinación entre manguera para carrocería con boquillas de presión adecuadas y manual, dejando el uso de túneles de lavado para casos de suciedad extrema o donde las prisas (o comodidad) primen.
Orden óptimo de lavado
No nos debemos lanzar directamente a por la carrocería por mucho que una pasotada al capó nos llame desde el principio. El orden, por superficial que nos parezca, es vital para evitar segundas pasadas o que zonas que ya hayan quedado limpiadas se vuelvan a ensuciar por arrastrase suciedad de otra zona.
Para evitarlo, el orden óptimo es el siguiente:
- Ruedas
- Pintura
- Interior
- Cristales
Los acabados
Si el lavado a conciencia para retirar la suciedad es importante, también lo es los acabados: los pequeños detalles que lo harán lucir limpio durante más tiempo.
Para ello, es muy importante que tras el lavado, enceremos el coche para realzarlo y mantenerlo limpio durante más tiempo.
De igual forma, usar un aspirador que retire la suciedad invisible del interior, hagamos un tratamiento distinto a cueros, cristales y plásticos, y acabemos por perfumarlo, marcará la diferencia por la cual sabremos en todo momento y se hará visible que nuestro coche luce como nuevo.