Cuando darse por vencido
|Cuando somos jóvenes y nos sacamos el carnet de conducir enseguida nos compramos un coche, normalmente lo adquirimos de segunda mano porque sabemos que al principio vamos a darle algún golpecillo y vamos a hacerle algún arañazo que otro, intentamos que este en las mejores condiciones y lo mimamos y lo cuidamos como si fuera uno más de la familia. Los domingos lo llevamos al lavadero y lo pulimos y abrillantamos hasta que nos vemos reflejados en la carrocería, salimos con él al trabajo y de paseo a pasarlo bien, se convierte en una parte muy importante de nuestra vida.
Con el paso de tiempo nuestro coche empieza a tener achaques, y que ya sea de segunda mano no nos beneficia en absoluto, el caso es que empieza a dar problemas y más problemas que vamos solucionando con piezas y arreglos que no son más que tiritas, hasta que un buen día se muere. Ya no hay nada que hacer, ni reparaciones serias ni chapuzas, su vida útil ha caducado y ya no se puede arreglar. Con todo el dolor de nuestra alma lo tenemos que llevar al cementerio. Nos ponemos en contacto con los desguaces de la zona y concertamos una cita para que pase a por él. Afortunadamente en estos sitios se encargan de todo y tú te ahorras el mal rato de tener que llevarlo hasta su lugar definitivo.
A la hora prevista se persona en tu casa un señor con una grúa, lo engancha y se lo lleva. Ahí te das cuenta de que ya no hay marcha atrás, a lo hecho pecho y gracias al dinerillo que te han dado por él en el taller ya te pones a hacer números para conseguir lo antes posible otro vehículo para poder hacer tu vida con normalidad. La suerte de tu coche no es otra más que llegar al desguace y ser despiezado, así se aprovechan las piezas que se pueden revender para otros vehículos. El chasis y las piezas que no se pueden reutilizar son destruidos para evitar posibles contaminaciones. El personal del desguace se encarga de dar de baja el coche en la dirección general de tráfico.
Y así casi sin darte cuenta, deja de existir, ya no consta en ningún sitio nada más que en tu memoria, gracias a él pasaste momentos inolvidables y llegaste a tiempo al trabajo durante los años que o tuviste.