Claves para pensar el mercado automotriz del futuro: ¿un momento soñado?
La pandemia de Coronavirus ha cambiado la forma en la que muchas industrias y mercados se pensaban a sí mismas. En ese sentido, el turismo ha sido una de las más afectadas, cambiando las costumbres de los millones de viajeros que cada año se lanzaban a descubrir nuevos paisajes. Como un efecto colateral, la industria automotriz puede ser una de las beneficiadas impensadas de este momento excepcional. Medioambiente, nuevos hábitos de viaje y las tecnologías al servicio de los clientes, a continuación.
Resulta más que complejo intentar sacar conclusiones, aunque sean provisorias, de los efectos inmediatos que la pandemia de Coronavirus tiene para la humanidad en el siglo XXI. Sin embargo, podemos hacer algunos primeros acercamientos. Por ejemplo, Bitcoin hoy marca el ritmo del mundo financiero y eso ha sido en gran parte fruto de la dinámica misma de la pandemia: la necesidad de un activo que se pueda operar de manera 100% digital y sin ningún organismo regulador estatal o privado, lo que favorece la libre circulación de activos en tiempos de restricciones más grandes por el Covid-19. De hecho, ya se han comenzado a registrar las primeras compras de automóviles con Bitcoin en el mundo, siendo Tesla una de las empresas pioneras en ello.
Además de este cambio radical para la industria automotriz, que se empieza a registrar en los autos de alta gama o para un público más pudiente, también podemos mencionar todos los trastornos que ha sufrido el turismo en el último tiempo por el Coronavirus y que de alguna manera han favorecido al sector. De acuerdo a diferentes estudios y estadísticas, el pasajero promedio posee mayor recelo a viajar en avión y a hacer grandes trayectos, por lo que prioriza un turismo más cercano en autos privados o personales.
Eso ha disparado la venta de automóviles de gama media, así como también el mercado de coches usados, impulsando a un sector que había sufrido fuertemente el impacto de los primeros meses de aislamiento y cuarentena. En las temporadas estivales de las distintas regiones se registró un aumento de coches en las rutas, al mismo tiempo que una disminución en trenes, colectivos de larga distancia y los ya mencionados aviones. La pandemia ha hecho que los grupos familiares o las denominadas “burbujas” busquen mantener cierta seguridad y distancia para que nada arruine las vacaciones que tanto esperaron.
En el mismo sentido, los límites a la circulación demostraron el impacto que la circulación desmedida causa al ambiente, por lo que se ha acelerado la producción de autos eléctricos en algunas regiones, así como unidades que emitan menos contaminantes a la capa de ozono. Por otro lado, las tecnologías en aires acondicionados permiten una circulación de aire especial para mantener el ambiente del coche seguro en épocas de transmisión de virus por vía aérea.
En definitiva, si bien se pensaba que el 2020 sería un año clave para pensar la aceleración de la tecnología en la industria automotriz, la pandemia no ha hecho más que acelerar y profundizar ese hecho.
